DESCONCIERTO

En las páginas de internacional de El Pais de hoy viernes, aparece este artículo que os recomiendo que lo leáis.

Yo lo hice.

Echémosle ironía al asunto: Parafraseando a mis admirados Les Luthiers, «un análisis profundo de las palabras de Andrés Oppenheimer» en el artículo de hoy viernes sobre Cuba, «nos lleva, de una primera sensación de desconcierto a una segunda sensación de desconcierto.»

El señor Oppenheimer hace una comparación de los hipotéticos logros que Cuba ha obtenido en los últimos 50 años, comparándolos con países de su entorno en Centro y Sudamérica. Por un lado afirma que «…la isla es hoy como un enorme jardín de infancia, donde todos tienen garantizados un ingreso de subsistencia mínima, pero el Estado lo decide todo. Es un buen lugar para subsistir si uno es un holgazán, pero puede ser exasperante para el que tenga ambiciones u opiniones propias»

Si, ya sabemos que un Papá Estado fuerte y riguroso es malo y malcría a sus díscolos hijitos. Mucho mejor un sistema ultraliberal en lo económico y en lo social. No hay mas que mirar a nuestro alrededor y comprobar lo bien que nos va a todos.

Pero lo mas sorprendete e irritante del artículo viene cuando el señor Oppenheimer afirma: «Otros países latinoamericanos, como Costa Rica y Chile, lograron más que Cuba sin sacrificar libertades básicas y a un costo muchísimo menor en sufrimiento humano.»

En 17 años de feroz dictadura pinochetista, que se pueden incluir cronológicamente en los 50 años de Revolución Castrista, en Chile se asesinaron a más de 3000 personas, mas de 1000 desaparecidos, 30.000 torturados y mas de un cuarto de millón de chilenos exiliados o autoexiliados. Sobre la supuesta bonanza económica de Chile en los oscuros años dictatoriales, apoyada evidentemente por los Estados Unidos, también se podría hablar durante mucho tiempo.

En fin, señor Oppenheimer. Entendemos que para usted una víctima del señor Pinochet tiene mucho menos valor que una víctima de la dictadura castrista. Y es que, en fin, todos sabemos el escaso valor que tiene un obrero muerto, un sindicalista desaparecido, un socialista torturado…

Lo dicho: de desconcierto en desconcierto.