Sonrojantes e infantiloides juegos de palabras en titulares de portada a cuatro columnas. Periodistas tribales escupiendo su bilis a los micrófonos, humillando (o tratándolo) a un entrenador porque no se expresa correctamente, pero que tienen a su cargo a redactores que apenas saben hilvanar dos frases subordinadas, y que deben pensar que la deontología es alguna patología por descubrir. Graciosillos de turno, creyéndose el ombligo del mundo, lanzando sus chistes baratos y sus chascarrillos de tasca frente a una cámara.
Periodismo feroz, injusto, sectario, deliberadamente parcial.
Pero no todo está perdido en el periodismo deportivo: siempre nos quedará Enric González.
Pues sí. Yo salvo de la quema, también, a Segurola y a Relaño. Me gusta su estilo.
By: duartemanzalvos on 24 septiembre 2008
at 10:08 am
Relaño….pssssi…Segurola ya son palabras mayores (que podrían ser aún mas mayores si abandonara cierto aire de superioridad que a veces le pierde)
By: javibrasil on 24 septiembre 2008
at 10:51 am