Esos minutos terribles se esconden debajo de la cama en cuanto enciendes la luz, vas al frigorífico, pillas un trozo de chocolate y te lo zampas: el sabor del cacao es incompatible con la angustia del insomnio. No te dormirás, pero ya no es lo mismo, y entonces vas y te duermes, precisamente por eso.
Esos minutos terribles se esconden debajo de la cama en cuanto enciendes la luz, vas al frigorífico, pillas un trozo de chocolate y te lo zampas: el sabor del cacao es incompatible con la angustia del insomnio. No te dormirás, pero ya no es lo mismo, y entonces vas y te duermes, precisamente por eso.
By: humo on 11 octubre 2007
at 10:23 pm
Y cuando no son tenebrosos son de un aburrido…
By: Niha on 13 octubre 2007
at 5:44 pm
Afortunados aquellos que pasan las noches en vela aburriéndose, Niha.
By: javi brasil on 13 octubre 2007
at 6:50 pm